Aquel frío día de invierno mi madre y yo nos adentramos en un oscuro bosque junto a Barrado y vivimos una gran aventura. Vimos un pobre ciervo pequeño. Nos acercamos y vimos una herida. Entonces pensamos que podríamos curarle pero al hacerlo nos dimos cuenta de que un lobo le había mordido y que los demás lobos nos estaban mirando. Nos dio tanto miedo que lo cogimos y lo sacamos del bosque
SERGIO (convivencia en Cuacos)
Hace 5 años
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